La saga de Call of Duty necesita un nuevo impulso. La acogida de Call of Duty: Vanguard ha sido mucho menor a la que esperaba Activision y Warzone ha dado síntomas de desgaste. La llegada de Caldera no ha sido suficiente para revitalizar el battle royale.

Por ello, la compañía dirigida por Bobby Kotick le ha encargado a Infinity Ward que tome las riendas de la franquicia. El estudio se ha puesto manos a la obra y promete toda una revolución, ofreciéndonos Call of Duty: Modern Warfare II junto con lo que promete que será Warzone 2.